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sábado, 19 de abril de 2008

6.

6 mujeres de tv: Kate Austen (Lost), Teela (He-Man), Mary Jensen (There’s Something About Mary), Nancy Callahan (Sin City), Hermione Granger (Harry Potter), Susana Giménez (Susana Giménez).

6 héroes: Lion-O (Thundercats), Miguel Ángel (Las Tortugas Ninja), Faz (Brigada A), MacGyver (MacGyver), Carey Mahoney (Locademia de Policía), Enzo Francescoli (River Plate).

6 series serias: Lost, Prison Break, The Sopranos, MacGyver, Brigada A, Heroes.

6 series de comedia: Seinfeld, Arrested Development, The Office, Frasier, Newsradio, Curb Your Enthusiasm.

6 dibujos animados: He-Man, Thundercats, Family Guy, The Critic, The Simpsons, Beavis and Butt-Head.

6 películas descolocantes: Eternal Sunshine of The Spotless Mind, Adaptation, The Usual Suspects, Being John Malkovich, The Truman Show, Le Fabuleux Destin d’Amelie Poulain.

6 películas violentas: Pulp Fiction, Fight Club, Snatch, Sin City, Kill Bill (Vol.2), The Departed.

6 futbolistas de siempre: Enzo Francescoli, Diego Maradona, Zinedine Zidane, Romario, Roberto Baggio, Lothar Matthaeus.

6 futbolistas de ahora: Kaká, Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Emmanuel Adebayor, Carlos Tévez, Cesc Fabregas.

6 librazos: Maus (Art Spiegelman), 1984 (George Orwell), Los Tres Mosqueteros (Alejandro Dumas), El Conde de Montecristo (Alejandro Dumas), Peter Pan en Los Jardines de Kensington (James Matthew Barrie), Drácula (Bram Stoker).

6 libros o cuentos descolocantes: La Invención de Morel (Adolfo Bioy Casares), Las Ruinas Circulares (Jorge Luis Borges), Si Una Noche de Invierno un Viajero (Ítalo Calvino), La Vuelta al Mundo en Ochenta Días (Julio Verne), Historia de Mayta (Mario Vargas Llosa), Continuidad de los Parques (Julio Cortázar).

6 libros o cuentos que te reís para afuera: Recordando a Needleman (Woody Allen), Juguetes del Destino (Woody Allen), Qué Lástima, Cattamarancio (Roberto Fontanarrosa), Groucho y Yo (Groucho Marx), Medieval Times (Roberto Fontanarrosa), Juicio Penal (Julio Boccalatte).

6 cosas para hacer: darle mucha plata a alguien que no conozcas y creas que necesite, hacer un Road Trip en una casa rodante, tener sexo con alguien de quien estés enamorado, reírte solo y fuerte en el colectivo, decirle te quiero a alguien que no te lo va a decir, morir.



ANEXO.
Fin.

jueves, 17 de abril de 2008

veo

Da asco, quiero escupir y vomitar a la vez, ya no soporto la crueldad con la que trata la vida a la realidad. Siempre encuentro un motivo nuevo para irritarme con ella. No es posible caminar sin toparme con la injusticia, la pobreza o la violencia misma.

El hecho de sentir su gusto en mi garganta me produce nauseas, ya no hay escapatoria, esta por doquier y regalándonos nada. Busco en lo menos explorado y solo hallo lo mismo que en cualquier otro lugar. Puede que existan las sorpresas, pero no me quieren encontrar. En las trampas solo caen los niños y los asesinos quedan en libertad.

Han dejado que me de vergüenza mis tierras y del orgullo nacional ni hablar. Lo lindo lo disfrutan unos pocos y con las sobras se supone nos tendría que bastar. Si levantas la cabeza te disparan, si das de comer te quieres aprovechar, si ayudas a alguien lo debes estar por robar, si regalas algo seguro debe estar mal y si de verdad eres bueno no eres real.

M de mentira

hombre caucasico. hombre robusto y prehistorico. incapaz torpe demencia. en una mano un lapiz y en la otra un trofeo. corre se esconde y todo lo mira. en su mente hay algo que lo atormenta. su lengua inquieta se mueve buscando la verdad. murmura y se agacha. mete la mano en un bolsillo. y tira una moneda al aire. una situacion ridicula pensaran algunos. sin embargo todo es relativo

sábado, 12 de abril de 2008

He Vivido.

Agosto de 2045.

Dos años después de separarme me corté la mano. Intentaba abrir una lata de atún, pero la mano resbaló y me clavé el abrelatas. No fue un corte grande pero sí profundo. Revoleé la lata contra la pared y me quejé de los abrelatas para diestros. Para ese entonces, vivía en la misma casa que dos años atrás, pero sólo. Mi ex mujer se la quedó en un principio, pero después se juntó con un tipo que yo conocía y se fue a vivir con él. Era un buen hombre, pero aburrido, chato. Ganaba más plata que yo, eso sí. Me desinfecté la herida, me puse una curita y me preparé la salsa sin el atún. A las dos horas tuve que cambiarme la curita, que ya no absorbía más sangre. Otras dos horas después me puse una gasa, porque no paraba de sangrar. Esa noche me desperté con la mano bañada en sangre y las sábanas manchadas. Me lavé la herida y la volví a vendar, esta vez, con mucha más gasa. Así estuve tres días, cambiándome el vendaje cada seis horas. Al tercero me puse las zapatillas y me fui a la sala de emergencias.

El consultorio del doctor tenía las paredes demasiado vacías y demasiado blancas, solamente colgaba su diploma de la UBA. Casi me hacía doler los ojos. Él era por los menos diez años menor que yo, aunque ya era calvo. Me hizo un par de comentarios y preguntas superficiales y cuando se quedó sin nada que preguntar lo dijo: “Llegaron los resultados del hemograma, tenés leucemia”. “Pero si yo tengo cero negativo, se supone que es un tipo de Súper Sangre, no puedo tener leucemia”. Al doctor no le causó gracia.

En un principio, la idea era no decirle a nadie hasta el año siguiente, pero para noviembre era obvio que algo me ocurría. Por el tratamiento había empezado a perder el pelo, me aparecían moretones al mínimo golpe y había sufrido algunos desmayos. Le expliqué lo que me pasaba a mi hijo mayor y le pedí que fuera preparando a sus hermanos para que yo les dijera. No sirvió de nada. Las mujeres lloraron mucho –la mayor me abrazó tan fuerte que me dejó dos moretones en la espalda– y el menor de los varones se fue de la casa sin hablar.

Para enero, el cáncer era ya irreversible. Tenía una enfermera las veinticuatro horas, no me levantaba de la cama, mis uñas se habían vuelto casi negras (“Papá se volvió dark”, dijo mi hija menor), había perdido casi todo el pelo, tres dientes, el control del esfínter, sufría lagunas mentales, pesaba solamente cincuenta y seis kilos y sangraba varias veces al día por la nariz y por las encías. A diario venía alguno de mis hijos, mis hermanos o mis amigos a visitarme. A pesar de que yo ya no podía mantener una conversación coherente, todos hablaban. Supongo que aprovechaban para hacer catarsis. Mi ex mujer también había querido ser parte de los visitantes, pero yo me había negado. Me avergonzaba que me viera en ese estado, pelado, cagado y sin dientes.

El dos de febrero estaba de visita mi Amigo Amarillo. Nombraba de memoria los integrantes de diferentes bandas cuando sonó el timbre. Era mi ex mujer. La enfermera quiso detenerle la entrada, pero mi Amigo Amarillo fue a decirle que yo había vomitado sangre y tuvo que dejarla pasar. Mi mujer agarró mi mano de uñas negras con fuerza y se arrodilló al lado de la cama diciendo algo que no pude entender, llorando. Quise pedirle perdón pero no podía hablar. No podía exhalar. No tenía fuerza. Ya no tenía más fuerzas.

Bañado en mi propia sangre y con mi mujer a mi lado, morí.

frcass.



ANEXO.

¿Estás enojado? No. No sé. No importa. Necesito dormir. Si lo pienso, me voy a acordar que estaba enojado. Si me enojo no me voy a poder dormir. Tengo que dormir. Igual no me entenderías. Estoy enojado porque no me puedo dormir. Cuando me acuesto pienso en algo que me guste. Durante el día le doy quinientas mil vueltas a cada cosa que me pasa. Cuando me acuesto pienso en vos. Pienso que me sale todo bien. Y me duermo. Si sentía que había posibilidades, imaginaba un encuentro cercano. En un colectivo, un bar u otro lugar. Si estabas lejos de mí, imaginaba un reencuentro en el futuro. Unos meses o unos años más tarde. El contexto cambiaba pero el final era siempre el mismo. Ahora no puedo dormir. En cada encuentro que imagino terminamos peleando. En el mejor que imaginé nos volvemos a ver en un recital, en La Boca, después de tres o cuatro meses sin ningún contacto. Charlamos un poco y nos volvemos en el mismo colectivo. Hablamos bien. Hasta nos reímos. Unos días después arreglamos para ir a tomar un helado. Compramos un cuarto de kilo y lo compartimos. Tengo que bancarme que pidas limón. Mientras charlamos e intento no agarrar limón, mi cucharita se rompe y tenemos que compartir la que queda. Me decís que me extrañás, decimos un par de cosas más y nos besamos y no, esto no es verosímil. No me lo creo. Hace dos horas que estoy acostado, tengo que dormir, tengo que pensar en algo lindo. Lo que sea. Tu boca. Me gusta tu boca. Me gusta tu sonrisa. Dios, cómo me gusta tu sonrisa. Me hubiese encantado poder besarte cuando todavía usabas aparatos. Me encantó verte por primera vez. Tenías puesta una musculosa blanca, unos jeans que no cubrían tus tobillos, una muñequera tipo ajedrez y la boca llena de aparatos. Me gusta tu cuello. Muy limpio, vacío, como para clavarle los colmillos. Me gusta cómo mirás. Hasta me gusta la mirada de tu hermano, porque es igual a la tuya. Me encantó cómo me miraste cuando me dijiste que te tenías que ir y yo te abrí la puerta de casa. Me miraste con desesperación, hasta que te dije que te acompañaba. Me encantó escucharte decir “me gustás”. Me hubiese gustado poder haberte besado más tiempo. Me hubiese gustado poder morderte el labio inferior. Me hubiese gustado haberte podido mostrar que ahora beso mejor que antes. Me hubiese gustado hacer el amor con vos. Me hubiese gustado ser el primero en hacer el amor con vos. Despacio, para que no te doliera. Besándote en la cara con la boca cerrada. Me hubiese gustado acariciarte mucho más la cara. Me hubiese gustado verte dormir. Me hubiese gustado despertarme con muchas ganas de mear y no poder ir porque vos durmieras sobre mi pecho. Me hubiese gustado que mojaras mi remera con tus lágrimas. Me hubiese gustado leer mientras vos hicieras otra cosa, juntos, pero sin necesidad de hablar. Me hubiese gustado que me sacaras una foto. Me hubiese gustado estar escuchando hablar a alguien y mirarnos de reojo sabiendo lo que el otro pensaba. Y ahora sí, me duermo. Mañana empiezo a olvidarte.


miércoles, 9 de abril de 2008

En mí. (cosas viejas III)

Quiero ver el movimiento de los minutos.

Quiero ver la mano que agita el mar.

Quiero ver en la noche lo oscuro.

Quiero ver el viento en tu andar.

Quiero ver como se esfuma la vida.

Quiero ver mi expresión cuando te vi.

Quiero ver lo triste de tu despedida.

Quiero ver tus ojos fijos en mí.

Quiero ver que te acercas a tus recuerdos.

Quiero ver lo que no pudimos ser.

Quiero ver que te alejas en mis sueños.

Quiero ver como te dejo de ver.

solo un breve adios.

Quizás hice mal. Quizás hice bien. Pero por lo menos lo intente. Intente superarte y no lo logre. Intente atravesarte y yo me lastime. Y en el fondo de la cuestión me di cuenta que yo todavía estaba. Y decidí que me haría mejor perderte. Y aunque se que duele y que me va a costar mas en el fondo solo espero no verte para no llorar. Porque me mata. Me mata si no me amas. Me mata amarte y saber que no estas. Saber que teníamos todo y de eso no quedaron ni pruebas. Solo pasó el tiempo y el viento y ya no estas.

sábado, 5 de abril de 2008

No he cantado Las Mañanitas.

El tiempo que estuve en Estados Unidos, lo pasé en una zona muy cercana a la frontera con México, por lo que la mayor parte de la población era de ese país. A continuación, una serie de palabras que aprendí en ese período.


Aguacatito. Puto. Ej: ¿Es aguacatito Emilio? = ¿Es puto Emilio? o ¿Se la come doblada Emilio? El último ejemplo respeta más la esencia de la palabra.

Ahí te ves. Nos vemos. Ej: Ahí te ves = Nos vemos. Saludo informal.

Bolas. Dólares. Ej: Aquí, una prostituta te cobra unas doscientas bolas = Acá, una trola te cobra unos doscientos dólares.

Bolas Mexicanas. Pesos Mexicanos. Ej: Pero si cruzas la frontera, te consigues una por cincuenta bolas mexicanas = Pero si te cruzás la frontera, conseguís por cincuenta pesos mexicanos. Una bola son diez bolas mexicanas.

Boluuudo. Argentino. Ej: Ahí vienen los boluuuuudos. = Ahí vienen los argentinos.

Buey. Boludo (en el uso coloquial). Ej: Oye, buey, vamos a encondernos = Che, boludo, escondámonos. Si te escondías y no te encontraban, no podían darte una tarea para hacer.

Caliente. Con fiebre. Ej: Ruth: Ay, frcass, estoy preocupada, mi hija está bien caliente hoy. frcass: ¿Cuántos años tiene? = Ruth: Estoy preocupada, che, mi hija está volando de fiebre. frcass: Ah.

Carnal. Hermano. Ej: Mi carnal es aguacatito = Mi hermano es puto. Carnal también puede usarse con una persona sin lazos sanguíneos pero con (estrecha) relación. Ej: ¿Qué hace, mi carnal? = ¿Qué hacés, amigo? El Carnal de las Estrellas de Molotov es carnal porque está ligado a las estrellas por la carne (“Le da a cualquiera cosa que tenga agujeros”).

Carpeta. Alfombra. Ej: Gerardo: ¿Has visto qué bonita la carpeta del ball-room? frcass: No, ¿cuál? Gerardo: Pues la que está en el suelo = Gerardo: ¿Viste qué linda la alfombra del salón de baile? frcass: ¿Yo tengo que aspirar todo esto? Del inglés, Carpet.

Chingar. Hacer mierda. Ej: Me chingué un dedo = Me hice mierda un dedo. Afanar. Ej: Me chingué un raspberry juice de la cocina = Me afané un jugo de no sé qué de la cocina. Coger. Ej: Pedro (sorprendido): ¿Tu nunca te has chingado un hombre? frcass: No. Pedro: Yo siete. Gerardo: Yo uno solo, pero muchos años, jiji = Pedro (sorprendido): ¿Nunca te cogiste un tipo? frcass: No. Pedro: Yo, siete. Gerardo: Yo uno solo pero muchos años, jaja. Esto pasó posta.

Chinga. De acá. Ej: Gerardo: Oiga, Don Tomás, ¿no se queda a hacer horas extra hoy? Don Tomás: Chinga = Gerardo: Che, Tomás, ¿no te quedás a hacer horas extra hoy? Tomás: De acá.

Chinga tu madre. La puta que te parió. Ej: Pedro: Tú Sergio, no eres chueco, se te están doblando las piernas por el peso extra que cargas. Sergio: Chinga tu madre, Pedrito = Pedro: Vos no sos chueco, Sergio, se te están doblando las piernas por el peso extra que tenés, nomás. Sergio: La puta que te parió, Peter.

Chingadera. Porquería. Ej: ¿Y esta chingadera para qué sirve? = ¿Y esta porquería para qué sirve? o ¿Y esta mierda para qué sirve? o ¿Y esta porquería para qué mierda sirve?

Chingo. Mucho. Ej: Don Tomás: Hoy hay un chingo de trabajo. frcass: ¿Poco? Don Tomás (descolocado): ¡Un chingo! = Tomás: Hay mucho trabajo. frcass: ¿Poco? Tomás (descolocado): ¡Mucho!

Chingón. Copado. Ej: Tu sí que eres chingón = Vos sí que sos copado.

Correr. Echar. Ej: Ruth: Yo no entiendo por qué no la corren a la Adela. frcass: Sería cruel, tiene como sesenta años, no va a poder escaparse de nadie = Ruth: Yo no entiendo por qué no la echan a Adela. frcass: Sería cruel, tiene como sesenta años, no va conseguir laburo en ningún lado.

Cuina. Estantería metálica con ruedas para llevar bandejas. Ej: Trae la cuina = Traé la estantería metálica con ruedas para llevar bandejas. Viene del inglés Queen Mary.

Eso es todo. Copado, buenísimo, muy bien. Ej: En el capítulo de Los Simpson que juegan al bowling, Otto consigue la armónica con forma de langosta y dice “Eso es tooodo” = “Buenísimo”. También sirve para decir que estás bien. “¿Cómo estás?” “Eso es todo” = “¿Cómo estás?” “Muy bien”.

Feria. Guita. Ej: Estoy con poca feria como para hacer una fiesta con enanos sadomasoquistas = Estoy con poca guita como para hacer una fiesta con enanos sadomasoquistas.

Frijol. Poroto. Ej: Frijol Cubero = Poroto Cubero.

Gavacho. Yanqui. Ej: Tu sí que pareces gavacho = Vos sí que parecés yanqui.

Güero. Blanco (del color de piel). Ej: ¿Güero? Mira, tú eres güero. Yo soy moreno y tú eres güero. = ¿Blanco? Mirá, vos sos blanco. Yo soy negro y vos sos blanco.

Haiga: Haya. Ej: Enrique: Ruth, te me vas tú con Doña Adela y me limpian todo lo que haiga encima de las mesas = Enrique: Ruth, te vas con Adela y me limpian todo lo que haya arriba de las mesas. Al respecto, yo me inventé un chiste del que nadie se rió jamás. Decía que si a un mexicano le preguntabas cuál era la capital de Holanda, te respondía: La Haiga.

Helote. Choclo. Ej: Homero: Bart, pasa los helotes = Homero: Bart, pasame el choclo.

Híjole. A la mierda. Ej: Híjole, esto sí que huele feo = A la mierda, qué feo huele esto.

Lana. Guita. Ver Feria.

Laquear. Trabar, cerrar con llave. Ej: Las puertas del ball-room están laqueadas = Las puertas del salón de baile están cerradas con llave. Del inglés Lock.

Lonche. Almuerzo. Ej: Vámonos al lonche, hay burritos = Vámonos a almorzar, te garantizo que te vas a pasar la tarde en el baño.

Madrazo. Golpazo. Ej: Miguel: ¿Y a ti qué te pasó en la cara? frcass: Me di un madrazo con una silla. Ruth: Oye, que ya estás hablando bien mexicano, ¿verdad Miguel? = Miguel: ¿Y a vos qué te pasó en la cara? frcass: Me di un golpazo con una silla. Ruth: No sé cómo adaptar mi diálogo ahora que frcass está hablando argentino. ¿Cuento un chiste? frcass: Dale. Ruth: ¿Sabés por qué Tarzán no usa pijama? Miguel: ¿Por? Ruth: Porque duerme con Chita arriba. ¿Se entiende? Con Chita arriba. Con-chita arriba. frcass: Malísimo (nota mental, usar este chiste para levantar chicas en boliches). Profesor Jirafales: Ta ta ta. Doña Florinda: ¿No gustarían pasar a tomar una tacita de café? frcass: ¿No será mucha molestia? Doña Florinda: ¡No! Pase usted. frcass: Después de usted. Doña Florinda: Oh. frcass: Nesquik no tenés, ¿no?

Mames. Jodas, molestes. Ej: No mames, buey = No jodas, boludo.

Mero. El más capo, el jefe de todos. Ej: Si el mero te ve sin hacer nada te corre = Si el General Manager te ve sin hacer nada te raja. Cuando me dijeron que el mero te corría si te veía sin hacer nada, me reí un buen rato imaginándolo a Mr Pilgrim corriendo a los empleados por todo el hotel. El trabajo era aburrido.

Mexicali. Ciudad de México que limita con California.

Caléxico. Ciudad de California que limita con México.

Migra. Departamento de Inmigraciones. Ej: Chiste que me contó un mexicano: ¿Cómo hace un mexicano para ir en una 4x4 con chofer? Deja que lo coja la migra = ¿Cómo hace un mexicano para ir en una 4x4 con chofer? Deja que lo atrape el Departamento de Inmigraciones.

Pari. Fiesta. Ej: ¿Vas a venir al pari? = ¿Vas a venir a la fiesta? Del inglés Party.

Pelón. Pelado. No aplica al órgano reproductor masculino.

Pichel. Jarra metálicas. Ej: Trae los picheles = Traé las jarritas de metal. Del inglés Pitcher.

Pija. Clavo. Ej: Para meter una pija hay que hacer fuerza = Para meter un clavo hay que hacer fuerza.

Pinche. De mierda. Ej: Pinches argentinos que nos vienen a robar el trabajo = Argentinos de mierda que nos vienen a robar el trabajo.

Ponchar. Pasar la tarjeta del trabajo. Ej: ¿Ponchaste a tiempo? = ¿Pasaste la tarjeta a tiempo? Del inglés Punch In y Punch Out.

Qué pasó. Cómo estás. Ej: Cutberto: ¿Qué pasó René? René: Eso es todo = Cutberto: ¿Cómo estás René? René: Todo bien. Las cinco primeras veces que me dijeron “Qué pasó” pensé que me estaban acusando de algo. Me sentía perseguido.

Raite. Llevar en auto. Ej: ¿Me das raite? = ¿Me llevás? Del inglés Ride.

Treia. Bandeja. Ej: Las treias van en la cuina = Las bandejas van en la estantería metálica con ruedas para llevar bandejas. Del inglés Tray.

Troque (o Troca o Troco). Camión. Ej: Gerardo: ¿Por qué el Enrique no lo corre al Robert? Gabriel: Pues, porque le roba la troca = Gerardo: ¿Por qué Enrique no lo raja a Tito? Gabriel: Y, porque le chorea el camión. Del inglés Truck.

Troqueta. Camioneta. Ej: La bola está debajo de la troqueta = La pelota está abajo de la camioneta. Si un camión es troque, una camioneta es troqueta.

Verga. Verga. Ej: Gerardo (riendo): …y estaban tardando mucho así que el Goyo les dijo que él lo hacía más rápido con la verga y Jaime le respondió “Pero cómo te debe quedar”. frcass (serio): … Gerardo: Sí sabes lo que es verga, ¿verdad?

Vieja. Mujer, esposa. Ej: Pedro: Anoche chingué con mi vieja. frcass: ¡¿Qué?! = Pedro: Anoche cogí con mi mujer. frcass: Lógico.

Vilma Palma e Vampiros. Banda que descubrí argentina que es furor en México.

Ya estuvo. Me voy a la mierda. Ej: No me acuerdo más palabras, ya estuvo = No me acuerdo más palabras, me voy a la mierda.

frcass.



ANEXO.
La foto me invierte los colores y no sé cómo arreglarlo.

ANEXO 2.
Se dice que éstos son tiempos andróginos, pero yo recuerdo en mi infancia cuando todos se sorprendieron cuando "el" cantante de Aterciopelados quedó embarazados o a los que le daban a "la" de Hanson pese a que tenía poca teta.

martes, 1 de abril de 2008

mas q pensar [CosSass Vieja´s 2]

hola soy yo,eso
que la sociedad formo.
dame la mano,
mirame no soy malo.
soy esto que la sociedad me dio .
hablame,canten a la par.
digamos todos juntos,
esa palabra que me hace bien.
vivamos todos unidos,
esa es la paz
yo soy vos
y de la misma forma lo diras
somos eso que el mundo pario.
sientelo este lugar asi lo quiere.
amemonos.
si a la otra no a quiero.
tampoco lo queres vos.
nos llevaremos como hermanos
porque yo le dig no.
escucha como sonrien es
por la felicidad.
como decir las cosas
sin que salgan de mi boca.
como senti las cosas
esas que no tocas.
no tengo mas nada
que esta repetida cancion.
si no lo quieres no lo cantes,
si lo quieres gritalo.
todo esto lo hacemos
porque necesitamos amor.

Hoy pinte este cuadro:

Saber salame sonreír y disfrutar la cornisa de la corteza que cubre tu corazón. Escuchar discernir entrever que esta. Molestar destapar y divertirse con los demás. Sufrir callar llorar aceptar. Derrota dolor venganza piedad. Amor traición defraudación cállate no te oigo más. En el fondo en lo oscuro en el frió en el mal. En la soledad la música te deja escuchar. Abrazos patadas ramas un árbol volar.

sábado, 29 de marzo de 2008

No he dicho Adiós.

“Las vacaciones que más se valoran son las primeras que tenés después de empezar a trabajar”, es una máxima que inventé, aunque no sé si le creo demasiado. El domingo 13 de febrero de 2005 a la una de la mañana, empezaron las mías. Pasé la tarjeta de salida y me fui a mi casa. El martes a la noche me iba a San Bernardo con el Amigo Barato –ex Chopi- y con el Amigo Dragón –ex Fabriel-. El domingo y el lunes me quedaban libres. En teoría. Llegué a mi casa a eso de las dos de la mañana, cené y me fui a dormir. A las cuatro de la mañana me despertaron. Mi mamá estaba arrodillada al lado de mi cama y mi papá me miraba desde la puerta. Algo había pasado.

No soy bueno para recordar las palabras. Puedo acordarme de lo que me dijo alguien, pero no de qué palabras usó, por lo que termino usando otras que interpreto como sinónimos que, en muchas ocasiones, termina cambiándole el sentido a la oración y generando confusiones. Pero todavía me acuerdo perfectamente las palabras que dijo mi mamá cuando me desperté esa noche. “Rafa y Domi tuvieron un accidente y murieron los dos”.

Rafa era el hermano menor de mi mamá. Y mi padrino. Por él soy de River (mi papá es de Boca), y por él pude ver a River Campeón en la cancha, cuando le ganó a Vélez 3-0 con los dos goles de Salas, en el 96. Domi era su mujer. Según me enteré a la mañana siguiente, habían salido a comer a un restaurante mexicano de San Isidro para despedir al hermano de Domi que se iba a vivir a México. A la vuelta, iban en el auto ellos dos, con la hija mayor adelante, y sus otros dos hijos, una prima y la abuela atrás. Un estudiante de medicina pasado de copas perdió el control de su auto, que se fue contra el cordón y se levantó incrustándose contra el Renault 19 de mi padrino causándole la muerte a él, a su mujer y a su hija mayor. Todos los que estaban en el asiento de atrás sobrevivieron.

Mi mamá se fue a encontrarse con sus hermanos, para ir juntos a decirles a mis abuelos. Yo volví a acostarme y lloré, pero no por mí, lloré por mi mamá. Me daba bronca que ella tuviera que sufrir esto. A mi no me afectaba. Suele pasarme de despertarme confundido. En ese momento sentía que yo ya lo sabía, que Rafa y Domi (todavía no sabía que también había muerto mi prima) habían muerto hace mucho tiempo. Ni siquiera recordaba la última vez que había visto a mi Padrino. Por más que me esforzara. Pasó mucho tiempo, pensaba, murieron hace mucho.

El domingo fue el velorio. Cuando llegaron mis abuelos, yo estaba sentado a unos cinco metros de los tres ataúdes. Ayudado por su bastón, y por otro de sus hijos, mi abuelo se acercó al cajón desgarrándose cada vez más. En ese momento tenía ochenta y un años. En 1998, había sido operado del corazón y, pese al pronóstico de los médicos y después de estar en coma por una semana, había sobrevivido. Su expectativa de vida se había reducido a casi nada, y cada año que seguía vivo era una sorpresa. A cinco años de la operación, enterraba a uno de sus hijos. Mientras mi abuelo, que nunca había demostrado sus sentimientos, lloraba sobre el ataúd de Rafa y pedía que lo abriesen para verlo por última vez, yo volví a llorar. Pero ahora por él.

Los enterraron el lunes, en un lote que habían comprado para mis abuelos, en el Jardín de Paz. Durante el viaje, el responso y las últimas palabras en el lugar en que serían enterrados, intenté llorar, pero no pude. Me preguntaba si no me habría secado, si no me habría quedado sin más lágrimas. Mientras bajaban los cajones, me acordé. Estábamos en lo de mis abuelos viendo un partido de River. En el entretiempo se puso a hacer zapping y pasando por un canal de música, vio el clip de Hey Ya, de Outkast y dijo que ese tema le gustaba mucho. Fue la última vez que lo vi. Y ahí sí, lloré por mí. Al día siguiente estaba arriba de un micro, rumbo a San Bernardo.

frcass.


ANEXO.
Cuando era chico tenía una perra de raza Manto Negro, que me rompió a mordiscones un autógrafo de Claudio Paul Caniggia. Fue una premonición. Al poco tiempo, Caniggia firmó con Boca.


ANEXO 2.
Leé entre líneas: .III.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Cosas viejas #1: Catarsis

Puedo caer

Puedes desecharme como basura

Puedes pedir que sea otro

Puedes desear nunca haberme conocido

Puedo pedir que me ames

Puedo pedir ser mejor para ti

Puedo jurar que yo no fui

Puedo arrepentirme por ser lo que fui

Puedo arrastrarme

También puedo reptar

Como la peor de las calañas

Porque al fin y al cabo eso es lo que soy

No supe que me amabas

Jugué el juego de la traición

Me di cuenta que te amaba

Demasiado tarde para pedir perdón

No merezco una nueva oportunidad

No quiero que me des nada que no merezca

No pido que me mires con esos ojos que brillan en mi mente

Morir seria solo una excusa para huir.

tema composición: la vaca

No es un espacio político. No es un espacio para opinar. Pero hoy en mi corazón negro hay una parte que esta triste. Y quiere llorar.

domingo, 23 de marzo de 2008

No he sido besado con la canción de los Unicornios.

El tres es un buen número. Están los Tres Chiflados, con cuya melodía se puede cantar la canción de los Tres Ratones Ciegos, Los Tres Amigos, Las Trillizas de Oro, el Hattrick, hacer un trío, “Voy a contar hasta tres, y si no se ponen a ordenar les voy a tirar todos los juguetes”, nos decía mi papá y siempre funcionaba. Yo hice lo posible para tener tres, pero no pude. Tengo dos. Dos anécdotas que nunca ocurrieron, que inventé, y que si alguna vez se las cuento, sepan que son mentira.

La primera dice así.
“Yo me di mi primer beso escuchando la canción de los Unicornios”.
Falso. Mi primer beso me lo di en una plaza, sin música. Un tiempo antes había ido a un baile que organizaba el Colegio Niño Jesús de Praga en Olivos y bailando un lento con una chica había intentado besarla, pero no. Tampoco sonaba la canción de los Unicornios en ese momento, pero sí sonó esa noche.

Y la segunda:
“Un chabón me dice: ‘El otro día te vi en Unicenter con una piba que estaba re buena’. ¿Sabés quién era? Mi hermana”.
Mentira. Una vez estaba en Unicenter con mi hermana y comentó que alguien podría vernos y pensar que éramos pareja. Me pareció muy gracioso.

frcass.


ANEXO.
¿A mí sólo me escondían los huevos en Pascuas?

jueves, 20 de marzo de 2008

menta dulce

Cáscaras de maní y una tapita de cerveza. La cara de los dientes torcidos y los ojos hinchados. La mano dentro del bolsillo del delantal y la otra jugando con un abridor.

Dos mesas mas adelante se cae la brillantina por tu cuello y mancha tu remera. Cada cachetada es un triunfo. La puta que la parió que fácil es decir eso ahora.

La puta madre que fácil fue cagarte. Que al pedo. Que innecesario. Que divertido. Que mal tipo. Que falso ja ja ja pero todavía me acuerdo. Que sentimiento extraño.

No entiendo nada. Porque lo hice. Porque no pensé las cosas. Porque te lo conté. No estoy del todo seguro pero creo que en el fondo me arrepiento.

sábado, 15 de marzo de 2008

No he Encontrado el Amor de mi Vida: ¿Tu Mamá Se Llama S5?

La escuché mencionar una tarde de 2003. No me acuerdo con quién hablaba mi mamá cuando comentó que la había visto, que seguía siendo muy flaquita y muy linda. Y me acordé. De ella, de su cara, de la madre, de la hermana mayor que nos llevaba a la plaza, de la puerta acordeón que tenía en la casa y de la vez en que yo me desesperaba por subir a la cama de arriba de una cucheta para poder estar con ella. Aunque de esto ya dudaba. Tengo la capacidad de inventar historias y, si perduran en el tiempo, terminar creyéndomelas yo mismo. O imagino cosas y después no sé si realmente ocurrieron. En ese momento yo tendría cinco o seis años, por lo que no sería raro que lo hubiese soñado o imaginado nomás. Hablando con mi papá, me dijo que estábamos siempre juntos, que nos mirábamos mucho y que, además, creía que la madre era lesbiana.

Antes de la irrupción del Messenger, el programa más popular de Chat era el ICQ. La enorme ventaja que tenía era que podías buscar a las personas por su nombre, o buscar a los contactos conectados de determinada ciudad. Para encontrarla tenía sólo su nombre y su apodo (nadie la llamaba por el nombre). No recordaba el apellido. Así agregué a todas las que llamaban o apodaban como ella que vivieran en la Zona Norte del Conurbano Bonaerense. Un día, una de las tantas que agregué se conectó.

Yo: Hola.
Ella: Hola, ¿quién sos?
Yo: frcass, ¿vos?
Ella: P3.
Yo: ¿De Vicente López?
Ella: Sí.
Yo: ¿Tu mamá se llama S5?
Ella: ¿Cómo sabés?

No sé cómo zafé de explicarle que había recordado haber estado enamorado de ella a los seis años y que la busqué en Internet, pero zafé. Empezamos a hablar y resultó que estudiaba en la misma sede la UBA que yo, en un aula a un pasillo de distancia, en el mismo horario. Varias veces jugamos con adivinar quién era el otro (en realidad, jugaba yo solo, ella nunca intentó adivinar quién era yo), pero todo se estaba volviendo muy formal, así que un día le dije:

Yo: Qué beso me encajaste hoy, eh.
Ella: ¡¿Qué?!
Yo: Hoy a la mañana viniste y me encajaste flor de beso. Aunque pinchabas un poquito.
Ella: ¡Yo no fui!
Yo: Sí, si yo te pregunté, “¿Sos P3?”, y me dijiste que sí. Hasta te acompañé a tu casa, estaba tu mamá y todo. Aunque no entendí por qué tu mamá te decía Ricardo.

Un tiempo después, ya habiéndola reconocido (la vi en un pasillo fumando, y no me atreví a saludarla), me contó que la iban a operar de un quiste, que no era nada grave, pero que estaba muy asustada. Nunca más se conectó.

frcass.

ANEXO.
Me doy cuenta de que me estoy poniendo viejo,
porque cuando veo chicos jugando al fútbol,
deseo que se les vaya la pelota para devolvérsela.

miércoles, 12 de marzo de 2008

he vivido dos tazas de té y un relincho

Un arco iris con números musicales desciende furioso encendido sobre la tranquilidad de la ciudad que convive en la palma de mi mano. Cantan en gritos de dolor un sin fin de verdes esperanzas que sacudidas por un bostezo viajan kilómetros para descansar en un pastel. La luz se vuelve a encender y aparece en un rayo del sol la velocidad escondida de la mano que atenta contra mis ilusiones. Calla. Calla. No dejas oír el canto de los gorriones q se alejan por las terrazas de la selva. No es lo de siempre, es una composición nueva. La cara sonriente asoma de entre las dudas que grises silban una melodía pegadiza. Escucha como tu mente te deja volar. Siente el color en tus sentidos. Es una experiencia confusa. Pero a la vez la estética tiene la rima y el equilibrio de tensiones y carga emocional que encanta. No es la historia sino el sentimiento plasmado. No es mas que un juego de niños donde solo se encuentra una razón escondida. La blanca fila de dientes que asoma entre tus tibios labios trillados. Es un violín, una guitarra y una ballena vieja. Es una valija que usaron por años. Es una caja de madera llena de historias. Es un pájaro oculto tras mi parpado. Es la planta que creció en el cielo. Y es siempre lo mismo, amar. Dormir y al despertar darse cuenta que aun se sigue amando.

sábado, 8 de marzo de 2008

No he Encontrado el Amor de mi Vida: Seis que no (y una que no sé).

Corto con una chica que me deja el corazón roto. Me prometo desde ese momento en adelante, mantener distancia y sólo buscar relaciones superficiales. Así pasan cuatro años. Casi todas son citas aisladas, incluyendo una chica que aseguraba tener veinte pero que parecía de cuarenta y tres y otra que se presentó a la cita con sangre coagulada en la nariz y chocolate en la comisura de los labios. En una fiesta del trabajo, voy en busca de una chica drogadicta pero me cruzo con otra compañera con quien termino enganchándome. A partir de ese momento empiezo a verla cada vez más seguido, hasta que se convierte en mi primera novia. Un día siento que ya nos vimos demasiado y corto decidido a volver a las relaciones superficiales. Un par de semanas después salgo con otra compañera de trabajo. Vamos a comer al Hard Rock. Cuando intento darle un beso, corre la cara y se convierte en la primera chica que acepta tener una cita conmigo pero no quiere besarme. Llegan las vacaciones de verano y salgo con una ex compañera de facultad a quien me arrepiento de haber besado en el mismo momento en que mis labios tocan los suyos. Todavía con el desagradable sabor de su boca en mi boca, voy el día siguiente a un recital, donde conozco a una chica que me sacaría las ganas de tener relaciones superficiales, y que también se convertiría en la segunda chica que aceptaría una cita conmigo pero me negaría un beso.

frcass.


ANEXO.
¿Por qué a Aquaman no se le desarma el jopo cuando se mete bajo el agua?

martes, 4 de marzo de 2008

He vivido en un mundo feliz, sali y quiero volver



Busco debajo de la cama. Busco dentro de mi mochila. Busco en mis bolsillos. No las tengo colgando del cuello. No las deje apoyadas en ningún lado. De hecho hace varios días ya que me empecé a preguntar si realmente existen. No.

Más recuerdos que olvidar. Más cartas que quemar. Más palabras que callar. Sentimientos que reprimir. Más lágrimas que llorar. Más heridas que cerrar. Más puertas para abrir. Más dolores que sufrir. Más culpa que asumir. Más tiempo desperdiciado. Más oportunidades que deje pasar. Más cosas que me faltaron decir. Más cuartos que ordenar. La bomba esta lista.

Es una sensación de la cual eh intentado escapar otras veces pero parece que esta hecha para mi. Hola querido público pasivo, si estas ahí escúchame, es todo lo que necesito. Alguien que escuche en este mundo de mierda donde el ruido te llega hasta los ojos y nuestra vida se seca en nuestros trajes numerados.

No es solo el engranaje de la maquinaria lo que te lleva a marchar cada día. Tu cabeza rebalsa de enredaderas, en lugar de cortarlas seguilas. La realidad es todas las realidades que puedas crear. Hasta la incoherencia se vuelve real. Y suceden cosas. Y en mi cabeza el relator de mi vida me dicta con palabras los hechos.

Cae el ramo de flores a mi lado. Me eh quedado inmóvil por el pánico. Ella esta tiesa, en el limbo con la oportunidad de regresar, solo necesito hacerle llegar mi aliento caliente. Sumergir mi mano en la oscuridad y rescatar un alma antes de que se hunda. La imagen se forma en mi cabeza con solo pensarlo. Vestido blanco movido como si estuviese en el agua, cara pálida, brazo estirado con los dedos bien abiertos y la mirada clavada en mis ojos. Reclamándome que la deje ir. Que no le dije la suficiente cantidad de veces que la amaba. Que no le di la montaña de besos que ahora no se donde guardar. Que no logre que ella sintiera lo que yo por ella. Esto esta mal, muy mal. Esta oscureciendo y estoy lejos de casa. Tengo miedo. No escucho nada. No te tengo. Tengo miedo. No se buscar el camino si no camino contigo. Con mis manos por delante palpo el mundo pero me doy cuenta que al irte me quede ciego. Eras mi luz, todavía podes volver guardare un poco de esperanzas.

sábado, 1 de marzo de 2008

No he Cumplido mi Sueño.

Esto soñé, tal cual, de la noche del 28 a la mañana del 29 de febrero de 2008.

Un grupo de actores y yo escapamos de otro grupo que puede haber sido la policía o alguien que quería darnos caza por algún motivo no explicado. Teníamos un plan para evadirlos, pero falló y sólo conseguimos demorarlos trabando la puerta de mi departamento (que no es donde vivo en el mundo real). Los perseguidores arremeten contra la puerta. Sabemos que es cuestión de segundos para que entren. Vamos al balcón, la única salida, y empezamos a buscar alguna posibilidad de escape. Susan Sarandon sugiere saltar hacia una pileta que está unos cien metros hacia abajo y veinte hacia delante. Intento explicarles que no vamos a caer en diagonal, sino en línea recta. La pileta podrá parecer accesible desde acá, pero en realidad vamos a terminar hechos puré a dos metros del edificio. Pero no me hacen caso, así que yo hago la mía. En lugar de saltar tratando de alcanzar la pileta desde la cornisa del balcón, salto hacia la derecha, hacia un macetero que se encuentra debajo de mi ventana. La idea es que cuando los perseguidores lleguen, vean a todo el grupo hecho puré, mientras yo me escondo en el baño de mi propia casa. Una vez que se fueran, yo me iría caminando. Sé que está mal que abandone a mi grupo pero me lo justifico diciéndome que si se hiciera una película del Capitán Marvel o de Acquaman, yo podría interpretarlos. Así que salto al macetero, abro la ventana, entro al baño y todo se pone negro.

Me despierto en el living de mi departamento (en el que vivía en el sueño, pero que no existe en la realidad). El piso es a cuadros negros y blancos y las paredes blancas. Noto que me faltan mis películas y mis libros. La biblioteca y la estantería con los dvds están vacías. Me levanto y voy al departamento de mi hermana mayor, que vive al lado (en el sueño). Entro sin que nadie me abra y me pongo a revisar.
-¿Qué buscás? –me dice mi hermana, entrando por una puerta con ventana.
-Desaparecieron mis libros y mis películas, ¿los tenés vos?
Estamos en el comedor diario. Hay una mesa cuadrada de madera en el centro, entre mi hermana y yo, además hay un microondas a un costado y las paredes tienen un empapelado blanco con flores rosas ordenadas simétricamente. De mi lado hay un mueble con una tele y una especie de cómoda muy oscura, llena de papeles y cositas sueltas.
-¿Qué estabas leyendo?
-El Perfume.
Y empieza a recitarme textualmente el capítulo en donde yo había dejado el libro.
-Pero no quiero que me lo digas, quiero leerlo yo.

Cuando mi hermana se va, se acerca a mí el vecino del otro lado (parece que la casa de mi hermana era de fácil acceso), que es Haywire, el loco de Prison Break. Vestido con la remera a rayas que lo caracteriza, me dice que todos me están mintiendo, que yo perdí la memoria, que algo pasó, y que me lo están ocultando. Haywire está loco, lo sé. Pero tiene un punto fuerte. Todo se había vuelto oscuro en el baño, y yo había aparecido en el living, sin mis películas y mis libros. Si Los Perseguidores me hubiesen encontrado, como yo pensaba que había ocurrido cuando todo se volvió oscuro, yo no hubiese aparecido en el living. No hubiese aparecido directamente. Pero acá estoy. Algo raro está pasando.

Llego a lo de mis abuelos. A esta altura ya doy por cierta la teoría de Haywire. Yo perdí la memoria. Olvidé un segmento de mi vida y, por alguna razón, mi familia quiere ocultármelo. Abren la puerta mis primos, que me miran, tratando pero no pudiendo evitar las lágrimas. Está muy claro que me ven con lástima. A pesar de que te puede dar mucha pena que algún ser querido pierda la memoria, da miedo imaginar la posibilidad de que algo mucho peor me haya ocurrido. Mi primo me abraza. Noto que es más bajo que yo, cuando en la realidad es más alto. Es lógico, pienso, uno crece cuando duerme y yo llevo durmiendo quién sabe cuánto tiempo. Por alguna razón, relaciono la pérdida de la memoria con el dormir. Quizás por todas las veces que dije que tenía ganas de irme a dormir y despertar tres meses después, como una forma de olvidar. Me le acerco a mi mamá y la confronto. Le digo que sé que perdí la memoria, que me lo quieren ocultar, y que desaparecieron mis libros y mis películas. Mi mamá se resiste pero termina confesando. Me atraparon Los Perseguidores, que resultaron ser una especie de policía especializada, tipo FBI, y habían hecho un trato con mis papás. Me dejaban libre pero yo tenía que perder mi memoria y entregar mis libros y películas. Quizás pensaran que ver películas como El Club de la Pelea o Memento, lo convierte a uno en un peligroso criminal.

Ahora camino. La calle es una mezcla entre el recorrido de la casa de mis abuelos a la casa en la que vivía hasta el 2000 y el recorrido entre mi casa de Estados Unidos y el hotel en el que trabajaba, con largos paredones color crema y palmeras en la mitad de la calle. Muchas, además, están caídas sobre la calle y la vereda. El cielo es muy blanco. Unos metros más atrás me sigue mi hermano, como asegurándose de que estoy bien. Lo reto, le digo que quiero estar solo. Pero él sigue detrás mío. En un momento se me acerca y me dice: ¿No querés saber hace cuánto tiempo que no tenés un recuerdo?”. Nos acercamos a un puesto de diario. En realidad, es una máquina expendedora de diarios. Ya no hay más puestos de diarios, las cosas han cambiado. Pongo una moneda y la máquina empieza a echar varios ejemplares. La Nación, Clarín, Olé, La Razón y algunos más que no recuerdo. Tomo uno. Veintinueve de Septiembre de 2009. Me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Pasó más de un año. “Por Dios –pienso-, tengo veinticinco años”.

Abro los ojos. Miro la hora. Son las seis de la mañana, todavía puedo seguir durmiendo. Ahora sueño que estoy de nuevo en el colegio. Es un sueño raro y se ha vuelto muy difuso desde que me levanté. A las nueve suena el despertador. Lo apago. Pienso cuánto tiempo más puedo dormir. Lo corro para las nueve y veinticinco y sigo durmiendo. Retomo el sueño inicial.

Estoy en el patio de mi actual casa, pero las circunstancias son las mismas de antes. Hace más de un año que perdí la memoria, y no sé qué pasó en el medio. En el living está mi hermana, la que me sigue, mirando la tele. Yo entro a la casa por la puerta de la cocina. Meto la mano en el bolsillo y saco el celular, para ver si tengo algún mensaje. Tengo cinco. “Qué celular de mierda, ni lo sentí vibrar”, pienso. El aparato parece hecho pelota. Cada tanto aparecen franjas horizontales de lluvia, como cuando la ficha de la televisión por cable no está bien conectada. Miro el primer mensaje. Dice: Esperá que ahora voy a buscarte. Sé que es de mi papá sin ver el remitente (mi celular no muestra mensaje y remitente en la misma pantalla), me lo mandó cuando yo me fui de lo de mis abuelos. El siguiente también es de él: Guardá este número, es el mío, papá. Pero ya lo tengo. Yo perdí la memoria, el celular no. El tercero dice: Que tengas una linda semana. TR mamá te quiere mucho. Sé que TR quiere decir mi, aunque no entiendo cómo pudo confundir esas dos letras, no coinciden en el celular ni están alineadas en el teclado. Creo saber quién mandó el mensaje, pero igual busco el remitente. Es de la chica que me imagina. “Que tengas una linda semana. Mi mamá te quiere mucho”. Responder: Y vos?. Suena la alarma. Son nueve y veinticinco.

frcass.



ANEXO.
Y... Aserejé-ja-dejé-dejebe...

miércoles, 27 de febrero de 2008

No he Encontrado el Amor de mi Vida: Más Libertad.

Mientras estuve en Estados Unidos trabajé en un hotel. Saliendo, un día, saludo a una compañera y a una muchacha rubia muy linda que estaba con ella, que pensé que era de housekeeping porque estaba vestida de gris, pero resultó ser la hija. “Él es frcass, el argentino”, le dice mi compañera a su hija, que se pone colorada y vuelve a saludarme. Nunca fui bueno para darme cuenta cuándo le gustaba a alguien, pero esta vez me pareció bastante obvio, pero, hija de una compañera de trabajo con la que no tenía demasiada relación, era complicado que la volviera a ver. Así que decidí decirle a todo el mundo lo linda que me había parecido la muchacha rubia, esperando que alguien cometiera la indiscreción de decírselo a mi compañera, que ésta se lo dijera a su hija, y que ella hiciera el esfuerzo por volver a verme. Finalmente, la que lo hizo, fue una de mis room-mates. Otro día, en el break para almorzar, mi compañera recibió un llamado de su hija. Para ponerme incómodo, la puso en speaker, justo cuando ella le pedía que me sacara una foto y se la mandara. No la dejé que me fotografiara y le dije que me diera el mail de la hija que yo le mandaba. A partir de ahí, nos mandamos algunos mails y fuimos a comer un par de veces y a una feria. Siempre con toda la familia presente. Madre, hermano, tía, primos. Nunca a solas. Cerca de la fecha de mi regreso, le escribí que por falta de tiempo, habían muchas cosas que no podría hacer, como ir a Las Vegas, pero que no me iría sin un beso de ella. Respondió que no me iba a besar, que no tenía sentido si yo ya me iba. La noche antes de mi regreso, fuimos a comer con un grupo de gente incluyendo a mi compañera. En la despedida le dije que le diera más libertades a su hija o se le iba a volver en contra. Me acosté y un par de horas después me levanté para irme al aeropuerto. Una vez en la Argentina, me encontré en el Messenger con otra de mis room-mates, que me dijo: “No sabes, al ratito que te fuiste para el aeropuerto, llegó la hija de tu compañera a buscarte. Pero le dijimos que ya te habías marchado”.

frcass


ANEXO.
Los pelos de mis pies se peinan raya al medio.

domingo, 24 de febrero de 2008

Lo que Viene.

Todo hoy en día es una trilogía. Está la trilogía por duplicado de La Guerra de las Galaxias, la de El Padrino, la de El Señor de Los Anillos, El Hombre Araña, Shrek y seguimos. Por eso, nohevivido no podía quedarse afuera de esta moda y a partir del miércoles que viene estrena su primera trilogía, No he Encontrado el Amor de mi Vida. Más adelante aparecerá la segunda trilogía, No he dicho Adiós, que debería ser la última pero uno nunca sabe qué se le puede ocurrir.
Así que ya saben, a partir del miércoles tendrán una trilogía de amores frustrados primero y muerte después, y que viva la vida.

frcass.

miércoles, 20 de febrero de 2008

No he compuesto una Canción.

La muerte tiene algo de poético. Bastante, en realidad. Ha sido la inspiración para grandes creaciones. Musicales, por ejemplo. El asesinato de sus tías, inspiró a Fito Páez a escribir Ciudad de Pobres Corazones; la muerte de su hijo, a Eric Clapton a escribir Tears In Heaven; y su propio e inminente deceso, inspiró a Freddie Mercury a escribir The Show Must Go On. Del lado opuesto a estos músicos que tuvieron a la muerte como musa, está Elvis Presley. El tipo vivió una vida de película (es más, tiene una película sobre su vida, con Jonathan Rhys Meyers), cambió la historia de la música (era, entre otras cosas, el ídolo de John Lennon), pero su muerte fue casi absurda. Murió sentado en el inodoro (se encerraba en el baño para que su séquito no lo molestara), leyendo y comiendo melón. Al morir, se cayó para adelante y se rompió los dientes, por lo que, apenas lo encontraron, creyeron que había sido asesinado. Yo una vez me atraganté con un caramelo Stani. Para ser precisos, cuando tenía catorce años me atraganté con un caramelo Stani en el colegio. En realidad no fue con el caramelo, sino con la saliva mezclada con el jugo del caramelo. Preocupado por el qué dirán, me metí en el baño, para que nadie me viera, y tratar de solucionar la situación. Y el agua pasaba, pero el aire no. Y me empecé a desesperar. Justo entró al baño Rafa Gorgory, un compañero de mi hermano, un año mayor que yo, y le empecé a hacer señas (no podía emitir sonidos) para que me golpeara la espalda, que me ahogaba. Desconcertado, sin entender, me miraba y sólo decía "¿Querés que llame a tu hermano?". En un último esfuerzo llegué a decir: "Golpeame". Así hizo y el aire pasó por mi garganta y llegó a mis pulmones. Aire. Qué rico aire. Había estado como un minuto sin respirar, que parece poco pero es demasiado. Y me salvó Rafa Gorgory. Si no, hubiese muerto en el baño. Como Elvis. Pero sin la gloria.

frcass.


ANEXO.
Anoche soñé que yo era Michael Scofield.

sábado, 16 de febrero de 2008

No han Vivido: Axel Marazzi.

“Fue culpa mía por haber pateado mal”, dice Fede. “Fue culpa mía por no atajar el penal”, dice Bocha. “Fue culpa mía por no pasártela a tiempo”, dice el Colo. “Es culpa nuestra este vestuario en silencio”, dicen todos. Y a todos se nos hace un nudo en la garganta. Nos duele el alma.

“No es importante, ni el fin del mundo, arriba chicos, somos segundos…”, dice el morocho de pelo largo que no me acuerdo cómo se llamaba y todos se ponen a festejar. Y a todos se nos pone la piel de gallina. Descubrimos lo que es la hidalguía deportiva.

Gastón, el de rulos, está en silencio. No siente que nada en la derrota ante los Killer fue culpa suya. Y cuánta razón que tiene. Gastón es la estrella, el alma del 25 de Mayo (al menos hasta la irrupción de Gamuza). No por nada usa la 10 bajo esos rizos dorados. Y cuán importante será para que Los Cebollitas salgan campeones del mundo, con lo que dejarán atrás el histórico mote de subcampeones como epílogo del programa (no sin antes enseñarle a todos los niños una valiosa lección quemando vivo a Don Lucero).

Después de despedirse del personaje de Gastón, Axel Marazzi deambuló por varios programas de Telefé sin demasiada suerte. Y nada más. Su carrera se estancó y las malas lenguas dicen que habríaxse visto envuelto en un oscuro incidente (habría recibido una golpiza por intentar robarle un vino a un grupo de jóvenes). Pero en la Internet, Marazzi encontró un lugar para poder expresar sus gustos y sus fotos (observando.tumblr.com y flickr.com/photos/amarazzi). Fue su relanzamiento, para hoy, a los veintiún años, haberse reinsertado en el mundo del cine (aún con la porra). Sí, hoy trabaja en un video club de Quilmes.

frcass.



ANEXO.
En la película Children of Men (Hijos del Hombre), la persona más jóven del mundo es un argentino llamado Baby Diego. El actor que hace de Baby Diego es Coqui de los Cebollitas.