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sábado, 15 de marzo de 2008

No he Encontrado el Amor de mi Vida: ¿Tu Mamá Se Llama S5?

La escuché mencionar una tarde de 2003. No me acuerdo con quién hablaba mi mamá cuando comentó que la había visto, que seguía siendo muy flaquita y muy linda. Y me acordé. De ella, de su cara, de la madre, de la hermana mayor que nos llevaba a la plaza, de la puerta acordeón que tenía en la casa y de la vez en que yo me desesperaba por subir a la cama de arriba de una cucheta para poder estar con ella. Aunque de esto ya dudaba. Tengo la capacidad de inventar historias y, si perduran en el tiempo, terminar creyéndomelas yo mismo. O imagino cosas y después no sé si realmente ocurrieron. En ese momento yo tendría cinco o seis años, por lo que no sería raro que lo hubiese soñado o imaginado nomás. Hablando con mi papá, me dijo que estábamos siempre juntos, que nos mirábamos mucho y que, además, creía que la madre era lesbiana.

Antes de la irrupción del Messenger, el programa más popular de Chat era el ICQ. La enorme ventaja que tenía era que podías buscar a las personas por su nombre, o buscar a los contactos conectados de determinada ciudad. Para encontrarla tenía sólo su nombre y su apodo (nadie la llamaba por el nombre). No recordaba el apellido. Así agregué a todas las que llamaban o apodaban como ella que vivieran en la Zona Norte del Conurbano Bonaerense. Un día, una de las tantas que agregué se conectó.

Yo: Hola.
Ella: Hola, ¿quién sos?
Yo: frcass, ¿vos?
Ella: P3.
Yo: ¿De Vicente López?
Ella: Sí.
Yo: ¿Tu mamá se llama S5?
Ella: ¿Cómo sabés?

No sé cómo zafé de explicarle que había recordado haber estado enamorado de ella a los seis años y que la busqué en Internet, pero zafé. Empezamos a hablar y resultó que estudiaba en la misma sede la UBA que yo, en un aula a un pasillo de distancia, en el mismo horario. Varias veces jugamos con adivinar quién era el otro (en realidad, jugaba yo solo, ella nunca intentó adivinar quién era yo), pero todo se estaba volviendo muy formal, así que un día le dije:

Yo: Qué beso me encajaste hoy, eh.
Ella: ¡¿Qué?!
Yo: Hoy a la mañana viniste y me encajaste flor de beso. Aunque pinchabas un poquito.
Ella: ¡Yo no fui!
Yo: Sí, si yo te pregunté, “¿Sos P3?”, y me dijiste que sí. Hasta te acompañé a tu casa, estaba tu mamá y todo. Aunque no entendí por qué tu mamá te decía Ricardo.

Un tiempo después, ya habiéndola reconocido (la vi en un pasillo fumando, y no me atreví a saludarla), me contó que la iban a operar de un quiste, que no era nada grave, pero que estaba muy asustada. Nunca más se conectó.

frcass.

ANEXO.
Me doy cuenta de que me estoy poniendo viejo,
porque cuando veo chicos jugando al fútbol,
deseo que se les vaya la pelota para devolvérsela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo se que me estoy poniendo vieja porque la nueva generacion CHAT no conoce ni de nombre ICQ.

andys.

frcass dijo...

andys:
Bueno, pero considerarte vieja por un programa de chat dice que tan vieja no sos.