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miércoles, 9 de enero de 2008

He sido Secuestrado!

Astigueta, Santiago Pío, ha sido secuestrado. Es por eso que en estos últimos días no ha podido subir su cuota semanal de historias extrañas. Como para mí era más fácil abrir el Microsoft Word que tomarme un colectivo y un tren hacia Bella Vista, hoy podrán leer una historia vivida por frcass pero relatada en estilo Astigueta.

frcass.


Domingo a la mañana. Cumpliendo las ordenanzas de un manual de parejas que nunca nadie escribió, él y ella se sientan en un bar a desayunar. Si te quedas a dormir en lo de tu novia, deberás desayunar con ella. Entonces, él la lleva a desayunar a un bar. Ella no quiere que él se vaya, y él quiere salir para estar más cerca de su propia casa. El mozo los observa. Se da cuenta de que son novios, solamente porque son muy jóvenes para ser marido y mujer. Tampoco le importa. Camina arrastrando los pies, como si no hubiese salido de la casa. Como si aún tuviera puestas las pantuflas. Está cansado. Pero no por haber dormido poco. Por haber elegido mal. Mientras espera que preparen el café para los novios, se imagina con las chicas. “De joven era buen mozo, ahora soy solo mozo”, se imagina diciéndoles y haciéndolas estallar en carcajadas. Hace años que pensó ese chiste, y todavía no encontró a quién contárselo. Las chicas no están más. Dejaron de verse después de que Julio murió de Sida. Algunas hasta renegaron de quién eran, se casaron con mujeres y tuvieron hijos. Les lleva el café y las medialunas a los novios. Él lo mira con pena. Le observa la peluca naranja mal acomodada. Le mira los anillos enchapados en oro. Los anillos falsos enchapados en oro. Parece que lo entiende. Que con su mirada le está diciendo, que no es su culpa, que Alfredo era un hijo de puta por pegarle, por mentirle todos esos años diciéndole que iba a dejar a su mujer, que él se merecía alguien mejor, que lo quisiera de verdad, que lo valorara, que lo respetara. Al mozo se le hace un nudo en la garganta, quiere agradecerle pero las palabras no le salen. Sin dejar de mirarlo, con sus ojos verdes, el muchacho le dice:
– ¿No me traés un jugo de naranja?


Aclaración: éramos mi por entonces novia y yo desayunando en La Farola de Nuñez. El mozo tenía peluca.

2 comentarios:

Breve Uva dijo...

Uno: quiero un jugo de naranja
dos: quiero una peluca y que sea la de ese mozo.
tres: se me acabó la energía, el calor terminó de derretirme. ´creoq ue pasé a mejor vida

frcass dijo...

claquetista:

Si pasaste a mejor vida significa que conseguiste el jugo de y la peluca color naranja. Felicitaciones.