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sábado, 29 de septiembre de 2007

Y quien te dice que no????

Pero porque se reprimen tanto los pibes hoy? Una pregunta y ya todos saltan con los miedos, con los traumas de la infancia con que yo de pibe apenas tenia para comer. Que mis papas son unos héroes que buenos tiempos son los que vendrán y al final no saben ni donde están parados. Situación: viernes a la noche, festejo día de la primavera. Personaje cuenta un chiste que remata con drácula queriéndose hacer un té con un tampón. Carcajadas de todos los masculino allí presentes. De pronto la catástrofe. Dos personas no reían. Los primeros auxilios no se hacen esperar. El primero todavía estaba vivo y todavía un poco aturdido se excuso con un no había escuchado que dijo, mientras reía nerviosamente. Pero para el otro ya era demasiado tarde. No tenia pulso. Hora de muerte: el día que se pinche esa burbujota que tiene a su cerebro aislado del mundo. Moraleja no averigües donde queda bella vista porque si vas es probable que te infectes alguna de estas enfermedades. Y para los que creen q fue otra linda fantasía sepan que yo presencie ese horrible hecho que ni el alcohol me ayudo a olvidar.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

No he jugado al Doctor.

He sido estafado. Con mi infancia y adolescencia definitivamente detrás, puedo afirmar que han carecido de la aventura y la chispa que otras han sabido tener. O dicen haber sabido tener. Yo no he jugado al doctor, no he ido redescubriendo mi cuerpo de la mano de una muchacha mayor, ni he tenido una vecinita que se cambiara con las cortinas corridas. Y eso que vivía enfrente de Wanda Nara. En un rapto de sinceridad, el Gordo Larry, ex número nueve de mi equipo de fútbol, confesará que “está bien, a los catorce no te garchabas la mejor mina, pero siempre había una vecinita que te servía para practicar”. Todos los presentes asentirán y yo miraré hacia el horizonte, descolocado. Reconozco que, con algunos problemas de acné y solamente cuarenta y dos kilos, yo no era un gran partido a los catorce, pero estoy casi seguro de que mejor que el Gordo Larry estaba. Por lo que tiene que ser una cuestión de actitud. O de ser vivo. Una de las películas preferidas de mi infancia es Locademia de Policía. En una escena, Carey Mahoney (el héroe y mi aspiracional) se debía esconder junto a una prostituta bajo un atril, desde donde iba a brindar unas palabras el Comandante Lassard. En medio del discurso, la prostituta le baja el cierre a Lassard que empieza a hacer ruidos y muecas extrañas. Durante toda la escena mi papá se destartalaba de risa mientras yo no podía entender qué era lo que estaba pasando. Años después, comprendí. Seguro que el Gordo Larry la sacó de una.


frcass.

sábado, 22 de septiembre de 2007

La maldita costumbre de hacer lo que todos hacen

¿Por qué tener un blog? ¿Cuál sería una buena excusa para pasársela escribiendo cosas que al final nadie va a leer? ¿Quién respondería estas preguntas? ¿Quién las leería? Al final, cuando pienso que nadie lo va a leer, estas vos ahí, quizás viendo como Andrea se peleo con Renzo y a la vez chateando un poco, o peor aún, web-eando un rato mientras que el tiempo pasa y se te acaba esa vida alpedística que tenés. Pero todavía quedan cosas por decir. Y no vamos a discutir si Florencia de la V tendría que haberle puesto un 8 o un 69 a Wanda Nara. No me voy a poner a hablar de esas cosas mientras que siga tomando mates con Pompín el conejo amarillo de AM. Cosas que si no te las digo no las entendés. Un blog, es lo más absurdo. “Ocupá tu tiempo en algo más productivo”, diría mi mamá pero ella no entiende que las ramas que me crecen de las orejas son producto de una mente inmunda que muchas veces la sorprende en conversaciones con ella misma. Al final hacer una espontánea es tan inútil como auto-nominarse. En esta casa ya nadie se pregunta si estás o ya te expulsaron.